Sopas de letras para el trabajo de las grafías

Como en cada entrada de un año nuevo nos replanteamos muchas cosas; sobre la vida, el trabajo, los amigos, la familia... cada año nuevos propósitos, aunque similares a los anteriores ya que, a veces, nos cuesta ponerlos en práctica. Esa es mi sensación, año tras año, reconstruimos promesas que a veces se consiguen y otras, en cambio, volvemos a modificarlas de forma que se adapten a lo buscado para este largo año que nos espera que, de pronto, ya no es tan largo.

Algo similar, también, es lo que me pasa cuando, de nuevo, vuelvo a pisar un aula nueva. Por eso, hoy os lanzo una pregunta ¿qué es lo que tanto llama la atención de las fichas en infantil?

Hoy me apetecía probar algo con mis nuevos bichitos, teníamos que trabajar la letra R y he aprovechado que todos estábamos en la asamblea para dejar de lado ese trabajo individual (popularmente trabajo por fichas). He colocado unas imágenes en el suelo, todas ellas tenían algo en común, la letra R. Debajo de cada imagen, debían escribir la palabra con imanes de letras como los que podemos encontrar en una nevera de casa.

Las imágenes al principio no se veían, estaban colocadas boca abajo, así el factor sorpresa ha jugado un papel primordial.  También sabían que para poder jugar debían respetar el turno de su compañero e intentar ser paciente. No todos podíamos salir a la vez y, en caso de no encontrar una letra, podíamos pedir ayuda a un compañero siempre que no le hubieran elegido ya. De esta forma, con esta peculiar sopa de letras, hemos conseguido trabajar de forma cooperativa y en equipo.

El trabajo que hemos realizado ha sido fonético, tienen cuatro años y todavía se están iniciando en la lecto-escritura. De entre todas las letras, debían encontrar la palabra escondida y nos ha quedado así de bien.

Y, como trabajo individual, por qué no tirarnos al suelo y trabajar así la grafía R. Como ya habían trabajado conmigo la sopa de letras, podían continuar de forma autónoma buscando más palabras, con ayuda de imágenes, que empezaran o llevara la letra R, así podía ir llamándoles de uno en uno para continuar con el trabajo de nuestra letra del día, comprobando si reconocían el sonido y grafía de esta letra.

Por cierto, tengo unos bichitos muy valientes, han pensado palabras con R que han dibujado alrededor de la letra y además, se han atrevido a escribir la palabra con mi ayuda fonética. ¡SON INCREÍBLES!